La natación es una magnífica afición que proporciona numerosos beneficios físicos y mentales. Es una forma de ejercicio de bajo impacto que puede ayudarlo a desarrollar resistencia, mejorar la salud cardiovascular y fortalecer los músculos.
Encuentra una piscina: el primer paso para comenzar a nadar es encontrar una piscina donde puedas practicar y nadar regularmente. Puede buscar piscinas públicas en su área. Es preferible empezar en la piscina que en el mar, ya que la piscina ofrece un ambiente controlado y es más fácil hacer los ejercicios necesarios para mejorar la técnica. Además, los entrenadores que están en la piscina pueden brindar consejos para principiantes sobre cómo mejorar. Tenga en cuenta que nadar en la piscina es más difícil que en el mar debido a la diferente densidad del agua.
Consigue el equipo necesario: para empezar a nadar, necesitarás un traje de baño, gafas y un gorro de natación. También puede considerar comprar un par de aletas de natación o una tabla de natación para ayudarlo a mejorar su técnica y desarrollar fuerza.
Aprende la técnica adecuada: es importante aprender la técnica adecuada para asegurarte de nadar de manera eficiente y efectiva. Considere tomar una clase de natación para principiantes o trabajar con un entrenador de natación para aprender la técnica adecuada.
Comience lentamente: si es nuevo en la natación, es importante comenzar lentamente y aumentar su resistencia con el tiempo. Comience nadando unas pocas vueltas a la vez y aumente gradualmente el número de vueltas a medida que se sienta más cómodo en el agua. Yo personalmente usé un snorkel al principio para mejorar mi técnica de estilo libre, sin tener que preocuparme por la respiración.
Anímate y lánzate: ¡el agua te está esperando!
Si es su primera vez en la piscina, debe conocer las reglas de la piscina que son casi universalmente conocidas.
Hay varios tipos de equipos que pueden ser útiles para nadar, entre ellos:
La natación ejercita una amplia variedad de músculos del cuerpo. Los principales grupos musculares que se ejercitan durante la natación incluyen:
Hombros: La natación implica mucho movimiento de brazos y hombros, lo que ayuda a fortalecer y tonificar los músculos de estas áreas.
Espalda: Los músculos de la espalda, incluidos los dorsales, se utilizan para ayudar a impulsar el cuerpo a través del agua.
Pecho: la natación también trabaja los músculos del pecho, incluidos los músculos pectorales.
Núcleo: los músculos centrales, incluidos los abdominales y los oblicuos, se utilizan para ayudar a mantener la alineación y la forma corporales adecuadas al nadar
Piernas: los músculos de las piernas, incluidos los cuádriceps, los isquiotibiales y los glúteos, se utilizan para ayudar a patear y mantener la posición corporal adecuada en el agua.
En general, la natación es un ejercicio de cuerpo completo que puede ayudar a fortalecer y tonificar varios grupos musculares.
Aquí hay algunas lesiones comunes que pueden ocurrir al nadar:
Síndrome de pinzamiento del hombro: Esta es una lesión común entre los nadadores y es causada por la inflamación o irritación de los tendones o bursas en el hombro. A menudo es el resultado de un uso excesivo o una técnica inadecuada.
Oído de nadador: esta es una infección del canal auditivo externo que puede ser causada por el agua que queda atrapada en el oído después de nadar.
Hombro de nadador: este es un término que se usa para describir una variedad de lesiones por uso excesivo que pueden afectar la articulación del hombro en los nadadores. Estas lesiones a menudo son el resultado de una tensión repetitiva en la articulación del hombro y pueden incluir lesiones del manguito de los rotadores, bursitis y tendinitis.
Dolor en la parte baja de la espalda: la natación puede ejercer mucha presión sobre la parte inferior de la espalda, especialmente si un nadador tiene una técnica deficiente o está tratando de nadar demasiado demasiado pronto.
Lesiones de rodilla: nadar también puede ejercer presión sobre las rodillas, especialmente si un nadador está usando una técnica inadecuada o tiene problemas subyacentes como artritis o tendinitis.
Es importante prestar atención a la técnica adecuada y escuchar a su cuerpo para ayudar a prevenir este tipo de lesiones. Si siente dolor o molestias mientras nada, es una buena idea hablar con un profesional médico o un entrenador de natación para que lo oriente.
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