Si ya ha leído la sección Empezar con la calistenia, debe saber que el entrenamiento con el peso corporal es una forma de ejercicio que hace hincapié en los movimientos funcionales y en el uso del propio cuerpo como resistencia principal. Ofrece numerosos beneficios, como la mejora de la fuerza, la flexibilidad y la forma física general. Sin embargo, iniciarse en la calistenia puede suponer un reto y desanimarse rápidamente. En esta entrada del blog, exploraremos algunas de las dificultades que los principiantes pueden encontrar al comenzar su viaje calistenia y proporcionar ideas sobre cómo superarlos.
Falta de fuerza y resistencia
Por supuesto, es de esperar que cuando empieces con la calistenia carezcas de la fuerza y la resistencia necesarias para realizar muchos movimientos calisténicos. Las dominadas, las flexiones y las paradas de manos requieren un cierto nivel de fuerza en la parte superior del cuerpo y en el tronco, así como un equilibrio que puede no estar presente al principio. Pero no se desanime!
Solución: Paciencia y progresión lenta
Empezar lenta y progresivamente es crucial para desarrollar fuerza y resistencia en calistenia. Comienza con ejercicios básicos dirigidos a los principales grupos musculares, como sentadillas, estocadas y planchas. Concéntrese en la forma correcta y aumente gradualmente el número de repeticiones y series a medida que mejora su fuerza. Si te inicias en la calistenia sin la ayuda de un entrenador, intenta encontrar vídeos en YouTube que muestren formas alternativas de realizar un ejercicio si eres principiante. Por último, no olvides incorporar días de descanso a tu rutina para permitir que tu cuerpo se recupere y se adapte.
Flexibilidad y amplitud de movimiento limitadas
La flexibilidad desempeña un papel fundamental en la calistenia, ya que muchos movimientos requieren una amplitud de movimiento completa. Unos músculos tensos y una flexibilidad limitada pueden dificultar el progreso y aumentar el riesgo de lesiones. Los principiantes suelen tener dificultades para conseguir la movilidad necesaria en ejercicios como sentadillas profundas, puentes y movimientos por encima de la cabeza.
Solución: Incorporar estiramientos y trabajo de movilidad
Para abordar las limitaciones de flexibilidad, es fundamental incorporar ejercicios regulares de estiramiento y movilidad a la rutina de calistenia. Los calentamientos dinámicos, como los círculos de brazos, los giros de piernas y las rotaciones de cadera, pueden ayudar a aumentar el flujo sanguíneo y mejorar la movilidad de las articulaciones. Además, las sesiones específicas de estiramientos dirigidas a los principales grupos musculares, como los isquiotibiales, las caderas y los hombros, mejorarán gradualmente la amplitud de movimiento.
Barreras mentales y miedo al fracaso
Empezar algo nuevo suele ir acompañado de dudas y miedo al fracaso. Esto es especialmente cierto en la calistenia, donde movimientos como pararse de manos, flexiones y planchas pueden parecer desalentadores para los principiantes. Superar estas barreras mentales y desarrollar la confianza necesaria para intentar ejercicios desafiantes es un obstáculo importante.
Solución: Establecer objetivos realistas y controlar los progresos
Establecer objetivos alcanzables y realizar un seguimiento de los progresos puede aumentar considerablemente la confianza y la motivación. Divida los movimientos complejos en pasos más pequeños y manejables, y celebre cada hito en el camino. Recuerda que el progreso requiere tiempo y que la perseverancia es la clave.
Empezar a hacer calistenia puede ser exigente tanto física como mentalmente, pero el camino es gratificante. Si reconoces las dificultades a las que se enfrentan los principiantes, como la falta de fuerza, la flexibilidad limitada y las barreras mentales, podrás prepararte mejor para los retos que te esperan. Siguiendo un plan de entrenamiento progresivo, incorporando ejercicios de estiramiento y movilidad y cultivando una mentalidad positiva, estarás en el buen camino para dominar la calistenia y liberar todo tu potencial.
