EMPEZAR NATACIÓN
La natación es un excelente pasatiempo que ofrece numerosos beneficios físicos y mentales. Es una forma de ejercicio de bajo impacto que te ayuda a aumentar la resistencia, mejorar la salud cardiovascular y fortalecer los músculos.


CONSEJOS PARA EMPEZAR
- Encuentra una piscina: El primer paso es encontrar una piscina donde puedas practicar y nadar regularmente. Busca piscinas públicas en tu zona. Es preferible comenzar en piscina antes que en el mar, pues ofrece un entorno controlado y permite hacer los ejercicios necesarios para mejorar la técnica. Además, los entrenadores en piscina pueden darte consejos para principiantes. Ten en cuenta que nadar en piscina es más exigente que en el mar debido a la diferente densidad del agua.
- Consigue el equipo necesario: Para empezar a nadar necesitarás un traje de baño, gafas y gorro de natación. También puedes considerar comprar aletas o una tabla de patada para mejorar la técnica y reforzar la musculatura.
- Aprende la técnica adecuada: Es importante dominar la técnica correcta para nadar de forma eficiente. Considera tomar una clase para principiantes o trabajar con un entrenador para aprender la técnica adecuada.
- Comienza despacio: Si eres nuevo en la natación, empieza con calma y aumenta la resistencia gradualmente. Nada unas pocas piscinas al principio e incrementa el número de largos a medida que ganes confianza. Yo usé un snorkel al inicio para perfeccionar el estilo libre sin preocuparme por la respiración.
¡Adelante, lánzate al agua — te está esperando!
REGLAS DE LA PISCINA
Si es tu primera vez en la piscina, debes conocer las normas casi universales:
- Muchas piscinas tienen carriles designados para diferentes velocidades. Usa el carril adecuado a tu nivel para evitar colisiones y congestión. Normalmente, los carriles centrales son para nadadores avanzados y más rápidos; los laterales para nadadores más lentos.
- Cuando entre un segundo nadador en tu carril, pueden acordar nadar en sentido horario o dividir el carril por un lado. Si ingresa un tercero, siempre se aplica la rotación en sentido horario.
- Si alguien nada más lento en tu carril, puedes adelantarlo si tienes espacio suficiente.
- Sigue las normas de higiene: Muchas piscinas requieren ducharse antes de entrar para mantener la limpieza y prevenir gérmenes.
- Respeta a los demás: Obedece las normas y evita salpicar en exceso o cruzarte delante de otros.

EQUIPO BÁSICO
Existen varios accesorios útiles para nadar, entre ellos:
- Traje de baño: Esencial; debe ajustarse bien y ser cómodo.
- Gafas: Protegen los ojos del cloro o agua salada y mejoran la visibilidad.
- Gorro: Mantiene el cabello fuera de la cara y reduce la resistencia.
- Aletas: Se usan en los pies para fortalecer piernas y propulsión.
- Tabla de patada: Dispositivo flotante que mejora la fuerza de las piernas y la técnica de patada.
- Pull buoy: Flotador que se coloca entre las piernas para centrarte en el trabajo de brazos.
- Paletas de mano: Mejoran la fuerza de brazos y la técnica de brazada.
- Snorkel: Permite respirar con la cara en el agua; útil para entrenar técnica.


MÚSCULOS PRINCIPALES
La natación trabaja una gran variedad de músculos. Los principales incluyen:
Hombros: Movimientos de brazos y hombros fortalecen y tonifican.
Espalda: Impulsa el cuerpo; trabaja dorsales y zona lumbar.
Pecho: Fortalece pectorales.
Core: Abdominales y oblicuos mantienen la alineación y la forma.
Piernas: Cuádriceps, isquiotibiales y glúteos participan en la patada y la posición.
En conjunto, es un entrenamiento completo que fortalece múltiples grupos musculares.
LESIONES COMUNES
Aquí algunas lesiones frecuentes al nadar:
- Síndrome de pinzamiento del hombro: Inflamación de tendones o bursas por sobreuso o técnica incorrecta.
- Otitis de nadador: Infección del conducto auditivo externo por agua retenida.
- Hombro de nadador: Lesiones de sobreuso en el hombro (manguito rotador, bursitis, tendinitis).
- Dolor lumbar: Tensión en la zona baja de la espalda por técnica deficiente o exceso de entrenamiento.
- Lesiones de rodilla: Tensión en tendones o ligamentos por técnica inadecuada o condiciones preexistentes.
Es fundamental cuidar la técnica y escuchar tu cuerpo. Si tienes dolor, consulta a un profesional o entrenador.
