Nadar no es lo mismo en todos los sitios donde lo pruebes. La sensación del agua (dulce o salada), qué tan fácil es flotar, e incluso el tipo de paisaje que se ve debajo del agua, cambia de un lugar a otro. Si estás empezando, es útil saber qué esperar y cómo puede sentirse diferente cada lugar.
Nadar en una piscina
La mayoría de las personas aprenden a nadar en piscinas. El agua es clara y tranquila. Puedes ver el fondo y la profundidad parece igual en toda la piscina. A menudo usan cloro para mantenerla limpia.
- El agua se siente más cálida o un poco fresca.
- Las líneas de los carriles te guían y hacen fácil nadar en línea recta.
- No hay sorpresas bajo el agua.
Es un lugar seguro y estable para practicar estilos y ganar confianza.
Nadar en un lago
Los lagos te conectan con la naturaleza. El agua es dulce y se mueve poco, salvo cuando sopla el viento. La temperatura puede ser más fría que en una piscina. El fondo puede ser blando, rocoso o un poco fangoso.
- Puede que no puedas ver a través del agua.
- Se siente tranquilidad, pero puedes notar peces pequeños, plantas o insectos.
- La orilla puede profundizar rápido y el fondo puede hundirse sin aviso.
Primero verifica si es seguro nadar. Algunos lagos tienen condiciones cambiantes o mala calidad del agua.
Nadar en el océano
Nadar en el mar es una experiencia diferente. Lo primero que notarás es lo fácil que es flotar. El agua salada te da más impulso que el agua dulce de piscinas o lagos. Pero el mar trae olas, corrientes y mareas, por lo que el agua se mueve a tu alrededor y a veces te jala.
- Flotas más alto y nadar se siente más liviano.
- Todo cambia con el clima: el agua puede estar agitada o calmada.
- Las olas agregan desafío y emoción, pero también requieren que prestes atención.
El agua salada puede arderte los ojos y saber extraño, pero te da más flotabilidad, así que descansar es más sencillo si te cansas.
Nadar en playas protegidas
Algunas playas son más suaves que el mar abierto. Aquí sientes el impulso del agua salada y olas pequeñas y tranquilas. El agua suele ser poco profunda por un rato, lo que es más seguro para principiantes.
- Las olas pequeñas van y vienen, pero no son fuertes.
- El fondo suele ser arenoso y la vista es amplia, con espacio para moverse y jugar.
- Puede haber medusas, conchas o piedras en las zonas poco profundas, así que pisa con cuidado.
Es una buena forma de probar nadar fuera de la piscina sin mucho riesgo.

Cómo el agua salada cambia la natación
Una gran diferencia entre la piscina o el lago y el mar es lo mucho más fácil que es flotar en agua salada. La sal hace que el agua sea más densa, por lo que tu cuerpo recibe más apoyo.
- Tus caderas y piernas se mantienen arriba sin mucho esfuerzo.
- Usas menos energía y puedes relajarte más.
- Flotar y mantenerse a flote es más fácil que en una piscina o lago.
Esto puede darle confianza mientras pruebas nadar en lugares nuevos.
Comparación lado a lado
Piscina
- El agua es clara y quieta
- Flotar a un nivel normal
- Las líneas de carril y los azulejos te guían
- No hay sorpresas bajo la superficie
- La temperatura es constante y, a menudo, cálida
Lago
- El agua puede estar tranquila o tener ondas por el viento
- Flotar es similar a la piscina, el agua puede sentirse más fría
- El fondo puede no verse
- Peces, plantas o insectos cerca
- El suelo puede ser fangoso, rocoso o arenoso
Océano
- El agua salada da más flotabilidad, flotar se siente más fácil
- Las olas y las corrientes te mueven
- El agua normalmente es fría y cambia con el clima
- Arena, rocas o algas bajo los pies
- Puedes toparte con criaturas marinas o algas
Costas Protegidas
- Olas suaves y tranquilas
- El agua salada te ayuda a flotar fácilmente
- Fondo mayormente arenoso con conchas
- El agua puede calentarse en áreas poco profundas
- Se siente más seguro pero presta atención a las señales
Consejos para nadadores principiantes
- Si puedes, empieza en una piscina.
- Prueba un lago para un baño tranquilo y natural.
- Ve al mar o a la playa cuando te sientas listo para el agua salada.
- Comprueba siempre si el agua es segura antes de meterte.
- Nunca nades solo en aguas bravas.
- Observa cómo se siente tu cuerpo en cada lugar y date tiempo para adaptarte.
Cada tipo de agua te ofrece una experiencia de natación diferente. Irás adquiriendo nuevas habilidades y encontrarás los lugares que más te gusten con el tiempo. Tómatelo con calma, disfruta del cambio y mantente seguro.