Cuando el sol del verano aprieta y la temperatura se dispara, puede resultar difícil mantener una rutina de entrenamiento eficaz. Sin embargo, con algunas estrategias inteligentes y un poco de planificación, puedes aprovechar el calor a tu favor y sacar el máximo partido a tus sesiones de entrenamiento. En esta entrada del blog, compartiremos algunos consejos prácticos y trucos que te ayudarán a mantenerte fresco, con energía y motivado mientras entrenas con calor.
Madrugador o noctámbulo: cuándo entrenar con calor
El calor abrasador del mediodía puede ser brutal, así que considera la posibilidad de ajustar tu horario de entrenamiento a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. Al hacer ejercicio durante los periodos más frescos, minimizará el riesgo de agotamiento por calor y disfrutará de unas condiciones de entrenamiento más cómodas.
Mantenerse hidratado durante los entrenamientos de verano
Mantenerse hidratado es crucial cuando se entrena con calor. Recuerde beber mucha agua antes, durante y después de sus sesiones de entrenamiento. Intente consumir al menos 470 – 600 ml (o 16-20 onzas) de agua 1-2 horas antes de hacer ejercicio y tenga una botella de agua a mano durante todo el entrenamiento para reponer los líquidos perdidos. Considere también la posibilidad de aumentar su ingesta con electrolitos para obtener mejores resultados.
Vestirse bien para entrenar cuando hace calor
Elija tejidos ligeros, transpirables y que absorban la humedad para ayudar a regular la temperatura corporal durante los entrenamientos. Opta por prendas de colores claros que reflejen el calor en lugar de absorberlo. La diferencia en la absorción de calor entre colores oscuros y claros puede alcanzar más de 15 grados centígrados. Además, no olvides un sombrero y unas gafas de sol para protegerte de los rayos solares.
El cuerpo habla: Cómo reconocer los síntomas del agotamiento por calor durante el entrenamiento
Entrenar con calor puede ser más exigente para tu cuerpo, así que presta mucha atención a cómo te sientes. Si experimenta mareos, náuseas o fatiga excesiva, tómese un descanso, busque la sombra y rehidrátese. Esforzarse demasiado a temperaturas extremas puede provocar insolación u otras enfermedades relacionadas con el calor.
La flexibilidad es la clave
Sea flexible con la intensidad y la duración de su entrenamiento cuando haga calor. Tu cuerpo tendrá que esforzarse más para enfriarse, así que considera la posibilidad de reducir la intensidad o la duración de tus entrenamientos. Es mejor escuchar los límites de tu cuerpo y evitar el sobreesfuerzo.
Explorar rutas sombreadas y alternativas en interiores
Si es posible, elige zonas sombreadas o caminos con corriente de aire natural para entrenar al aire libre. Las mejores opciones son los parques con muchos árboles o bosques. Además, considere la posibilidad de explorar opciones de interior, como gimnasios con aire acondicionado o centros de fitness, durante las olas de calor extremo. Las actividades de entrenamiento cruzado, como la natación, el yoga o los ejercicios de peso corporal, pueden proporcionar un cambio refrescante a la vez que te mantienen activo.
No dejes que el calor del verano te quite las ganas de entrenar. Con estos consejos, podrás enfrentarte a los entrenamientos con calor como un profesional. Recuerda que es esencial dar prioridad a la seguridad, mantenerse hidratado y escuchar las señales del cuerpo. Si adaptas tu rutina de entrenamiento al calor, no sólo mantendrás tu forma física, sino que también desarrollarás tu resistencia y conquistarás nuevos retos en cualquier condición meteorológica.
