Empieza a correr a los 50 ¡No es tan tarde como crees!

Empezar a correr a los 50 años puede parecer una tarea desalentadora, pero créeme, ¡no es demasiado tarde para convertirse en una máquina de correr!

Lo primero es lo primero: desempolva esas viejas zapatillas y prepárate para salir a la calle. No te preocupes si hace tiempo que no haces ejercicio, porque nunca es tarde para empezar. Además, pronto te darás cuenta de que correr puede ser un gran alivio para el estrés, ¿y quién no lo necesita en su vida?

Claro, puede que no seas capaz de correr tan rápido como cuando tenías 20 años, pero esa no es la cuestión. Lo importante es que tu corazón bombee, tus endorfinas fluyan y tu cuerpo se mueva. Te sorprenderá lo rápido que puedes aumentar tu resistencia y, antes de que te des cuenta, estarás corriendo más lejos de lo que nunca creíste posible.

Sé lo que puedes estar pensando: “¡Pero soy demasiado viejo para esto!”. Créeme, la edad es sólo un número. De hecho, muchas personas se dan cuenta de que disfrutan más corriendo a una edad más avanzada porque aprecian los beneficios para la salud y la sensación de logro que acompaña a cada carrera. Vaya a ver un maratón y compruebe cuántos mayores de 50 años participan. Se llevará una grata sorpresa. También encontrará muchos participantes que empezaron a correr después de los 50 y ahora pueden clavar un maratón por el mero placer de hacerlo.

Establece tus objetivos y mantén alta tu motivación

Así que, tanto si corres para perder peso como para despejar la mente o por puro placer, recuerda esto: cada paso que das es un paso hacia una persona más sana y feliz. Y si alguna vez tienes ganas de rendirte, recuerda esta frase motivadora: “¡La única forma de terminar es empezar!”.

Consejos para principiantes:

  1. Consulte a su médico: Antes de iniciar cualquier nuevo programa de ejercicio, es importante consultar con tu médico para asegurarte de que estás lo suficientemente sano como para empezar a correr.
  2. Empiece despacio: comience con una rutina de caminar/correr y aumente gradualmente el tiempo que dedica a correr cada semana. Intente hacer al menos 30 minutos de ejercicio al día.
  3. Invierte en unas buenas zapatillas: Las zapatillas de correr están diseñadas para sujetar los pies y minimizar el riesgo de lesiones, así que invierte en un buen par de zapatillas.
  4. Calentamiento y enfriamiento: Es importante calentar los músculos antes de empezar a correr y enfriarse adecuadamente después de cada carrera.
  5. Mantente hidratado: Bebe mucha agua antes, durante y después de correr.
  6. Escucha a tu cuerpo: Si sientes dolor o molestias mientras corres, baja el ritmo o tómate un descanso. No te exijas demasiado y demasiado rápido.
  7. Únete a un grupo de corredores o busca un compañero: Correr con otras personas puede motivarte y ayudarte a rendir cuentas.

Y aquí un plan para principiantes que te ayudará a mantener una rutina.

Así que adelante, ponte las zapatillas y sal a la carretera. ¡Tú puedes! Y quién sabe, quizá algún día corras maratones como un profesional o, como mínimo, persigas a los más pequeños con facilidad.

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