Antes de empezar a tomarme la natación más en serio como deporte, siempre intentaba imitar el patrón de respiración que veía en la televisión de los atletas profesionales. El resultado era siempre el mismo: me quedaba sin aliento en cuestión de segundos. Cuando empecé a nadar como ejercicio, me propuse aprender el estilo libre. Al principio, utilizaba un tubo, ya que la mayoría de mis nados eran en mar abierto. Con el tubo, no tenía que ocuparme de la técnica de respiración y era libre de mejorar mi forma. Sin embargo, durante el invierno empecé a ir a la piscina. Al principio empecé con el tubo, pero pronto me motivé para aprender a respirar correctamente al ver que la gente a mi alrededor lo hacía con facilidad.
Ejercicios habituales para aprender a respirar correctamente
Aprender la técnica de respiración adecuada es un aspecto crucial de la natación. Estos son algunos pasos que he probado para aprender a respirar correctamente mientras nadas:
- Practica las técnicas de respiración en tierra: Antes de meterte en el agua, practica tu técnica de respiración en tierra. Ponte de pie y respira profundamente por la boca, y exhala con fuerza por la nariz y la boca.
- Acostúmbrate a meter la cara en el agua. Practica soplando burbujas en el agua con la boca y la nariz.
- Cuando te sientas cómodo metiendo la cara en el agua, empieza a practicar la brazada aguantando la respiración. Nada una distancia corta y luego levanta la cabeza hacia un lado para respirar. Intenta exhalar lentamente mientras tienes la cara en el agua para poder inhalar rápidamente cuando gires la cabeza para respirar.
- Exhala lentamente: Cuando vuelvas a tener la cara dentro del agua, exhala lentamente por la nariz y la boca.
- Practica la respiración bilateral: Cuando te sientas cómodo respirando por un lado, practica también por el otro. Esto se conoce como respiración bilateral, y te ayudará a desarrollar el equilibrio y evitar desequilibrios musculares.
- Utiliza un tabla de natación: Para ayudarte a concentrarte en la técnica de respiración, puedes utilizar una tabla para apoyar la parte superior del cuerpo mientras practicas la respiración.
- Practica con regularidad: La práctica constante es clave para mejorar tu técnica de respiración en natación. Asegúrate de incorporar la práctica de la respiración a tu rutina de natación habitual.
- Pide ayuda a un entrenador: Si tienes problemas con tu técnica de respiración, considera la posibilidad de trabajar con un entrenador de natación que pueda darte comentarios personalizados y ayudarte a mejorar tu técnica.
Puede encontrar la mayoría de los consejos prácticos anteriores en este útil vídeo de YouTube.
El cuerpo y la mente necesitan adaptarse a un nuevo patrón respiratorio
Si todo falla, prueba también lo siguiente:
Intenta imitar el patrón de respiración que adaptarás al nadar con el tubo puesto. Esta práctica me ayudó mucho porque comprendí que este patrón de respiración me causaba pánico por alguna razón cuando estaba bajo el agua. Así que practicarlo mientras llevaba el tubo me hizo sentir cómodo bajo el agua y ahora mi mente entiende que “no me estoy ahogando” sólo porque respire con un patrón diferente al normal.
Recuerda que aprender a respirar mientras nadas requiere tiempo y práctica. Sé paciente contigo mismo y sigue trabajando tu técnica hasta que se convierta en algo natural.
